¿Qué es y en que consiste la energía térmica solar?

Los sistemas de almacenamiento de energía térmica solar se realizan mediante unos captadores solares que absoben el calor de los rayos del sol y este calor se almacena en un depósito con el objeto obtener agua caliente bien para uso doméstico, climatización de piscinas, etc.

Los sistemas de energía térmica solar utilizan unas placas solares (también denominados captadores solares o paneles solares) que absorben el calor de los rayos del sol y lo transmiten a un fluido, que puede ser el agua potable que vamos a utilizar y en otros casos se emplea un fluido anticongelante especial, destinado para este fin.

Tipos de placas solares:

a) Colectores planos: son los más utilizados sobre todo para el uso doméstico, los paneles absorben los rayos del sol y los transforman en calor, mientras que el fluido circula en el interior de estos paneles y lo transporta desde la placa hasta el depósito.

b) Colectores de tubo de vacío: son los que gracias al vacío eliminan las pérdidas, porque internamente no hay aire y de esta manera se aumenta el rendimiento. A diferencia de los paneles planos, los de tubo se adaptan a cualquier dirección o inclinación, según sea conveniente para captar al sol.

El calor es conducido hasta un depósito donde se almacena mediante un circuito hidráulico que puede ser de los siguientes tipos:

1. Circuito abierto: el fluido que circula es el agua de consumo, de esta manera se reducen costes, pero existen inconvenientes en lugares de temperaturas muy bajas, también en sitios con alta concentración de sales que obstruyen los captadores, riesgo de que el agua se evapore o congele, etc.

2.Circuito cerrado: en este caso el fluido es un anticongelante térmico, que va desde el circuito primario hasta el circuito de destino o secundario que es donde deposita su calor y retorna para iniciar un nuevo ciclo.

La circulación del fluido se puede llevar a cabo mediante una bomba de circulación, lo que se denomina circulación forzada, o por circulación natural o termosifón, que ocurre de la siguiente manera: el fluido se calienta, entonces éste se vuelve menos denso y sube desde la placa solar hasta el depósito donde descarga el calor y a continuación se enfría para luego descender de nuevo hacia las placas con el objeto de calentarse de nuevo y volver a empezar.